Nuestra historia: más de 20 años de amor por los pequeños
ANAC (Asociación Nacional de Amigos del Conejo) nació en 2004 del sueño de un pequeño grupo de amigos con algo muy importante en común: el profundo amor y respeto por sus conejos. Lo que comenzó como una iniciativa para compartir información y promover la tenencia responsable, pronto se convirtió en una misión mucho más grande.
Con el tiempo, nos dimos cuenta de la enorme cantidad de pequeños animales que eran abandonados a su suerte. En 2022, abrimos oficialmente nuestras puertas a otras especies como cobayas, hámsters y jerbos, convirtiéndonos en un refugio para todos ellos. Hoy, nuestro principal propósito es rescatar a estos animales sin hogar, darles el cariño y los cuidados que necesitan y encontrarles una familia definitiva que los valore para siempre.
Cómo trabajamos: una red de hogares, no un refugio
Una de las claves de nuestro funcionamiento es que no disponemos de un refugio físico. Toda nuestra labor se sostiene gracias a una maravillosa red de casas de acogida: hogares de voluntarios que, de manera temporal, cuidan de nuestros animales hasta que encuentran su familia adoptiva.
Este modelo permite que los animales se recuperen del estrés del abandono en un entorno familiar, tranquilo y lleno de cariño. Las casas de acogida son el pilar fundamental de ANAC; sin ellas, sería imposible continuar con nuestra labor.
Nuestra Misión y Valores
Creemos en un mundo donde todos los animales son tratados con dignidad. Por eso, trabajamos cada día para:
Rescatar y Rehabilitar
Fomentar la Adopción Responsable
Educar y Concienciar
Un equipo impulsado por voluntarios
ANAC está formada íntegramente por un equipo de voluntarios. Desde la junta directiva hasta la gestión de adopciones, pasando por las casas de acogida y la comunicación, cada persona dedica su tiempo y esfuerzo de manera completamente altruista. Es esta pasión compartida lo que nos permite seguir adelante y salvar vidas cada día.
Únete a nuestra causa
Tú también puedes ser parte del cambio. Hay muchas formas de colaborar: adoptando, acogiendo, haciéndote socio o donando. Cada gesto, por pequeño que sea, nos ayuda a seguir escribiendo finales felices.